domingo, 22 de julio de 2007

PRESENTACIÓN

El concepto de innovación educativa surge a fines de la década de los 60, pero no es sino hasta la década de los 70 en que adquiere carta de naturalización en el discurso educativo contemporáneo. Ello se debe, principalmente, a una serie de trabajos publicados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), entre los que destacan Cómo se realizan los cambios en la educación: una contribución al estudio de la innovación (Huberman, 1973), El tiempo de la innovación en materia de educación (UNESCO, 1975), e Innovación y problemas de la educación. Teoría y realidad en los países en desarrollo (Havelock y Huberman, 1980).

Concepto de Innovación Educativa

La innovación educativa es un proceso que involucra la selección, organización y utilización creativa de elementos vinculados a la gestión institucional, el currículum y/o la enseñanza, siendo normal que impacte en más de un ámbito porque suele responder a una necesidad o problema que por lo regular requiere respuesta integral.

Las innovaciones constituyen la manera privilegiada a través de la cual el modelo actual de reforma se hace presente en las escuelas. Las orientaciones reformistas sancionadas en los años noventa, en especial las referidas a las prácticas de la docencia, encuentran en esos dispositivos el medio para inducir las transformaciones que consideran deseables. Durante décadas los estudiosos del cambio educativo han coincidido en señalar que la innovación en las prácticas docentes tiene mayor posibilidad de éxito y arraigo cuando ha surgido de las propias escuelas. Por lo mismo, advirtieron también que la particular confluencia de factores que las originan, limitan sus posibilidades de ampliación o generalización. En la situación opuesta, es decir cuando el cambio es inducido y se propone afectar al conjunto de un nivel –como es el caso de una reforma, lo que se encuentra consistentemente es la tendencia a resistirlo1 por parte de los actores y de las estructuras escolares (Huberman, 1973; Fullan y Stiegelbauer, 1997). Esta última situación está presente y preocupa en México y en otros países de la región desde el comienzo del ciclo vigente de reforma.

En América Latina la escasa investigación sobre estos temas comenzó a acrecentarse durante los últimos quince años. La situación es distinta en los países desarrollados, donde por más de medio siglo se viene construyendo una vigorosa tradición de estudios sobre el cambio educativo (Liberman,1998). Ese conocimiento –que frecuentemente ha coadyuvado a formular o a reorientar las políticas advirtió tempranamente sobre la notable complejidad y dificultad inherentes a la construcción de esos procesos en las escuelas.

La reforma educativa como contexto de las innovaciones

Las innovaciones actualmente en marcha en América Latina tienen como matriz a una reforma educativa caracterizada como sistémica, que planteó situaciones inéditas en su origen, alcance y profundidad. La activa promoción del modelo – global education reform– por los organismos financieros y técnicos internacionales derivó en su adopción por los gobiernos de la región e inevitablemente se multiplicó en variantes nacionales (Coraggio y Torres, 1999; Bonal, 2002; Wells et al., 1998).

En esta apretada alusión al contexto más amplio están implicados los principales referentes y problemas asociados con la implantación de la reforma: uno económico “dirigido a producir cambios estructurales en la provisión de servicios sociales y educativos” (Martinic, 2001); uno pedagógico referido al tipo de enseñanza deseable y a las estrategias para buscarla y, a efectos de la “implantación” en cada país, un referente histórico político presente en la configuración de sus escuelas y del sistema que las regula..

Las demandas genéricas a las escuelas, como fuentes de innovaciones.

Entre las múltiples demandas –sustantivas– que hoy se formulan a las escuelas y sus maestros, vale la pena mencionar sólo dos para esbozar las rupturas que implican. La intención de actualizar los contenidos de la enseñanza que dio origen al cambio curricular, coloca una dimensión de demandas que podría ubicarse en el orden de lo cognitivo. En ese planteamiento, los maestros no sólo necesitan aprender nuevos contenidos disciplinarios para actualizar o reemplazar los que manejan. Deben también acceder a una concepción sobre las disciplinas atendiendo a los modos de construir el conocimiento y entender la precariedad relativa de sus certezas. Aunque parezca obvio, no está de más recordar que se trata de un enfoque sin precedente en la escuela tanto como en la formación profesional.

La propuesta, no obstante, es coherente con el cambio de perspectiva sobre el tipo de sujeto que se quiere formar –o nuevos fines de la escolaridad– y correlativamente con el papel del aprendizaje en ese programa. Los maestros deberán apropiarse de una concepción sobre la enseñanza que desplaza el imperio de los contenidos hacia el imperio de las competencias. En otros términos, cambiar sus concepciones sobre el aprendizaje y emprender, correlativamente , la construcción de nuevas formas de trabajo en aula. Ambas cosas, radicalmente distintas a las construidas en la formación y en la socialización profesional.

UNA GESTIÓN DEMOCRÁTICA PARA EL DESARROLLO DE LOS PROCESOS DE INNOVACIÓN

Una gestión de los procesos de innovación puede ser caracterizada como democrática si respeta los siguientes planteamientos derivados de una Teoría de la Innovación:

a) Entre los factores estratégicos más importantes para que la innovación se realice, se destacan la resolución de problemas con participación local y la receptividad en materia de aportaciones, por lo que la gestión de proyectos de innovación debe estar mediada por un estilo democrático que impulse la participación de los involucrados y que por lo tanto desarrolle procesos de empoderamiento en el ámbito institucional. En ese sentido, "el aparato administrativo debería estar concebido para favorecer un clima innovador" (Husén, 1975; p. 13).


b) Si bien la innovación se caracteriza por su complejidad, es posible identificar algunos elementos que definen a un sistema innovador, tales como surgir desde el profesorado, poner en conflicto las creencias de los docentes y plantear otra forma de enseñar y aprender, en ese sentido la innovación es considerada una experiencia personal que adquiere su pleno significado en la práctica profesional de los involucrados y que su éxito depende de que no entre en contradicción con los valores de las personas, ya que de lo contrario tiene pocas posibilidades de éxito.

c) La innovación no se emprende nunca desde el aislamiento y la soledad sino desde el intercambio y la cooperación permanente como fuente de contraste y enriquecimiento, por lo que se convierte en un imperativo de los procesos innovadores la creación de redes o colectivos intra e interinstitucionales que fomenten el desarrollo de la cooperación y el intercambio profesional, ya que "la cooperación y el acuerdo general darán mejores resultados que una estrecha supervisión" (Husén, 1975; p. 15)

d) Las innovaciones se caracterizan por una diversidad de formas, modalidades y alcances e implican tanto cambios en las actividades como en las actitudes, sin embargo, un sistema innovador sigue siempre la dirección de "abajo-arriba" ya que las propuestas que vienen de fuera, sin la participación del profesorado poco alteran la práctica profesional.

EL MODELO DE RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

Huberman (1973) y Havelock y Huberman (1980) identifican tres modelos procesuales para la innovación educativa



  • Modelo de investigación y desarrollo.

  • Modelo de interacción social.

  • Modelo de resolución de problemas.

Bajo la línea teórica-discursiva, solamente se puede aceptar el tercer modelo como fuente de innovaciones, En este modelo el proceso va desde el problema al diagnóstico, luego a una prueba y finalmente a la adopción. Con frecuencia es necesaria la intervención de un agente externo de cambio que aconseje a los individuos sobre posibles soluciones y sobre estrategias de puesta en vigor, pero lo que se considera principal es la colaboración centrada en el usuario de la innovación y no en la manipulación desde fuera. Es pues un enfoque participativo


Las características básicas del enfoque o método de resolución de problemas pueden sintetizarse en los cinco puntos siguientes:



  • El usuario constituye el punto de partida.

  • El diagnóstico precede a la identificación de soluciones.

  • La ayuda del exterior no asume un papel de dirección, sino de asesoría y orientación.

  • Se reconoce la importancia de los recursos internos para la solución de los problemas.

  • Se asume que el cambio más sólido es el que inicia e interioriza el propio usuario.

Con base en los principios esbozados para una gestión democrática y la caracterización del modelo de resolución de problemas es posible identificar al centro escolar como el espacio adecuado para la promoción, desarrollo y evaluación de las innovaciones educativas, sin embargo esta afirmación conduce a un cuestionamiento central ¿cual sería el papel del directivo del centro escolar?

EL PAPEL DEL DIRECTIVO DEL CENTRO ESCOLAR

Algunos autores creen posible que el cambio ocurra al margen del directivo del centro escolar, la apuesta gira a reconocer al directivo escolar como principal agente de innovación; esta afirmación se encuentra en consonancia con la mayoría de las investigaciones que asumen que cuando este actor se involucra en la innovación educativa, el éxito es mucho más probable (v. gr. Hoyle, 1974; Bass, 1988; Coronel, 1996; Torre, 1994, citados por Tejada, 1998).

El papel del directivo escolar, en la gestión de los procesos de innovación, puede ser explicitado tomando como base las fases de la innovación: planeación, implementación y evaluación.


En el proceso de planeación de la innovación, el director del centro escolar debe asumir los siguientes roles:



  • Monitor de la moral del grupo; en este punto debe poner especial atención a la satisfacción y al compromiso que van demostrando los profesores en el desarrollo mismo de la innovación.

  • Promotor de relaciones de seguridad y confianza con el objetivo de promover un clima institucional adecuado para la participación de todos los profesores.

  • Generador de una conciencia colectiva que conduzca a la cohesión del grupo. y que por lo tanto. provoque un alto sentido de pertenencia, tanto a la institución, como al equipo innovador.

  • Impulsor de la participación permanente, sobre todo en los momentos en que el grupo manifieste inercias o simule la participación.

  • Comunicador permanente de los roles o funciones que se vayan estableciendo en el proceso mismo de innovación.

  • Supervisor de los avances que se vayan logrando, ya que esto permitiría presionar, si es necesario, a un mayor compromiso o productividad a los miembros del grupo.

  • Gestor de estímulos o sanciones que permitan ejercer la presión necesaria para lograr la participación de todos y el rompimiento de las inercias personales.

  • Negociador de conflictos interpersonales que amenacen la cohesión del grupo y los niveles de participación esperados.

  • Gestor de los recursos humanos, materiales y económicos que requiera el proceso de innovación.

  • Mediador entre el equipo innovador y las autoridades inmediatas del centro escolar, con el objetivo de facilitar los apoyos necesarios, y a su vez, legitimar las acciones que se desarrollen.

En el proceso de evaluación de la innovación, el director del centro escolar debe asumir los siguientes roles:



  • Impulsor de la evaluación continúa con el objetivo de realimentar el proceso mismo de la innovación.

  • Comunicador de los resultados parciales que vaya arrojando la evaluación continua.

  • Coordinador de la evaluación final del proceso de innovación con el objetivo de promover la reflexión sobre lo logrado y el análisis de los problemas encontrados en la implementación.

  • Promotor de la difusión de la experiencia innovadora.

Todos estos roles que debe cubrir un director para gestionar procesos de innovación parecen a simple vista como un ideal imposible de alcanzar, sin embargo, todo este aparente mare mágnum de funciones se pueden reducir a tres funciones operativas que definen un estilo de dirección democrática: trabajo de equipo, empoderamiento y asesoría (Veciana, 2002).

A MANERA DE CONCLUSIÓN

Una gestión democrática y un director de centro escolar comprometido con la misma, son condiciones indispensables para llevar a cabo la gestión de la innovación educativa con éxito. En ese sentido cobra relevancia asumir como preceptos guía, de este tipo de gestión, la participación del profesorado en cada una de las etapas del proceso de innovación, sea producto de una delegación individual o colectiva de la tarea.


Los diferentes roles o funciones que se le exigen al director en este proceso conducen a reconocer su importancia como agente de innovación ya que los roles que asume el director del centro escolar en el proceso de planeación, implementación y evaluación del proceso de innovación, son determinantes para llevar a buen fin dicho proceso. Estos roles se pueden reducir a tres funciones operativas que definen un estilo de dirección democrática: trabajo de equipo, empoderamiento y asesoría.


La innovación educativa, entendida bajo esta línea teórica.discursiva, conduce necesariamente a cambios duraderos en las conductas y actitudes de los profesores y esto se logra en la medida que los profesores vivan el proceso como una experiencia personal y no como una imposición de autoridades externas.


En el contexto de la sociedad del conocimiento se toma en cuenta tres basamentos:


Adquisición de conocimientos:


La búsqueda y adaptación de conocimientos y experiencias exitosas en diversos campos de la vida de otros países, a las necesidades específicas; así como el aprovechamiento de los conocimientos propios de cada país.
Absorción de conocimientos:


Centra su atención en la educación, el establecimiento de un sistema educativo exitoso que proporcione a todos lo ciudadanos, sin distingo de condiciones, oportunidad de instrucción y un fundamento igualitario de conocimientos básicos, acto que generará igualdad de condiciones al momento de acceder a la educación quien es el que suministra un conocimiento especializado, base para la generación de conocimientos propios a través de la investigación y la adaptación.


Comunicación de conocimientos:


Centra su atención en el uso y aprovechamiento eficaz de las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones aplicadas a la difusión del conocimiento y la información dentro de la población, y no sólo aquellos sectores de la población que tienen acceso a ellas (elites) sino por que los sectores más desfavorecidos tengan acceso a ella.


Expectativas de las Innovaciones Educativas


Los grandes procesos de cambio que caracterizan a la sociedad actual, vuelven indispensables y aceleran la necesidad de abrir nuevos caminos hacia las alternativas innovadoras de las instituciones de educación, es por ello que deben asumirse procesos de innovación críticos con responsabilidades y enmarcadas al desarrollo de las potencialidades humanas para la transformación y con aportes al desarrollo de la educación y su entorno.